Los Estatutos de limpieza de sangre fueron el mecanismo de discriminación legal hacia las minorías españolas conversas bajo sospecha de practicar en secreto sus antiguas religiones - marranos en el caso de los ex-judíos y moriscos en el de los antiguos musulmanes- que se estableció en España durante la Contarreforma. Consistían en exigir a la persona que quería estar entre los aceptados, tener descendencia de cristiana. Surgen a partir de la revuelta de Pedro Sarmiento (Toledo, 1449), a consecuencia de la cual se redactó la Sentencia Estatuto y otros documentos justificativos, que a pesar de ser rechazados al principio, más tarde se acpetaron hasta por el Papa.
Su principal problema, y que causó el rechazo inicial del Papa, era que ni bautizando a la persona los hacía cristianos, algo completamente opuesto a la doctrina cristiana, Más tarde, para justificar una serie de cargos de poder, los estatutos se emplearon para impedir que los españoles pudiesen establecerse libremente en las Américas, limitando su emigración.
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