En este cuadro la impresión de relieve es sorprendente: Cristo está clavado en una burda cruz de madera. El lienzo blanco, luminoso (clarocuro), que le ciñe la cintura, de estilo barroco, contrasta dramáticamente con los músculos flexibles y bien formados de su cuerpo. Su cara se inclina sobre el hombro derecho. El sufrimiento, insoportable, da paso a su último deseo: la Resurrección.
lunes, 30 de mayo de 2011
El Cristo de Zurbarán.
Cristo en la Cruz es un cuadro de Francisco de Zurbarán realizado en 1627. En 1626 y ante un notario, firmó un nuevo contrato de que tenía que pintar 21 cuadros en ocho meses. Fue entonces, en 1627, cuando pintó el "Cristo en la Cruz", obra que fue tan admirada por sus contemporáneos que el Consejo Municipal de Sevilla le propuso que se instalara en dicha ciudad en 1629.
En este cuadro la impresión de relieve es sorprendente: Cristo está clavado en una burda cruz de madera. El lienzo blanco, luminoso (clarocuro), que le ciñe la cintura, de estilo barroco, contrasta dramáticamente con los músculos flexibles y bien formados de su cuerpo. Su cara se inclina sobre el hombro derecho. El sufrimiento, insoportable, da paso a su último deseo: la Resurrección.
En este cuadro la impresión de relieve es sorprendente: Cristo está clavado en una burda cruz de madera. El lienzo blanco, luminoso (clarocuro), que le ciñe la cintura, de estilo barroco, contrasta dramáticamente con los músculos flexibles y bien formados de su cuerpo. Su cara se inclina sobre el hombro derecho. El sufrimiento, insoportable, da paso a su último deseo: la Resurrección.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario