martes, 31 de mayo de 2011

Retrato de Felipe IV.

                                                                  
Este Retrato de Felipe IV, conocido como Felipe IV, en castaño y plata, es un cuadro de Velázquez. Actualmente se encuentra en la National Gallery de Londres. Es un retrato que presenta al rey Felipe IV de cuerpo entero y a tamaño natural. A diferencia de la mayor parte de los retratos de Felipe IV, en que solía vestir de negro, viste un traje bordado en castaño y plata. Es un ropaje de esplendor inusual, lo que parece indicar que está conmemorando algún
acontecimiento particular. Además, luce el collar colgando de una cadena de oro.
Este es uno de los muchos retratos que Velázquez hizo del rey Felipe IV de España. Corresponde a una época posterior a su primer viaje a Italia, y en él se ve que el modelado es más suave y se adopta un colorido más propio de la escuela veneciana. Es el principal retrato del rey de la época.
El retrato se hallaba en la Real Biblioteca de San Lorenzo del Escorial a principios del siglo XIX. Durante la invasión napoleónica fue sustraído y pasó a una colección inglesa. La National Gallery lo compró en 1882.                      
                                                                                                                           

Vieja friendo huevos.

Es una obra realizada al óleo sobre lienzo pintada por Velázquez en su primera etapa como pintor en Sevilla, antes del 1622, cuando viaja a Madrid donde posteriormente se instalará. Podemos contemplarla en la Nacional Gallery de Londres. Como todas sus obras de esta etapa, destaca el naturalismo, en el que las figuras aparecen en un primer plano destacando sobre el fondo oscuro,  iluminadas por una luz única, que normalmente entra por la izquierda. Se ilumina la mujer que da título a la obra, el niño que la acompaña, la cazuela de barro en la que fríe los huevos y una serie de enseres y utensilios de cocina que aparecen representados. Del fondo casi no distinguimos algo más que la cesta de la pared y los objetos metálicos que cuelgan detrás. Vemos que se trata de un tema de la vida cotidiana, con modelos que toma de la vida popular. Muchos de sus modelos se repiten, por lo que se supone que pertenecían a su entorno familiar.

                                                          
                                                                           

Velázquez.

Diego Rodriguez de Silva y Velázquez. Nació en Sevilla, Andalucía, el 6 de Junio de 1599. Su madre era Sevillana: Jerónima Velázquez, de la que tomó su nombre artístico y su padre un judío convertido al cristianismo y de origen portugués. Tenía cinco hermanos menores que él. Cuentan que la familia pertenecía a la burguesía. Diego con 10 años ya estaba estudiando pintura en un famoso taller de Sevilla. Poco duró porque el siguiente año ingresó en el Taller de Francisco Pacheco cuya fama de buen pintor y hombre de cultura superaba a la del anterior maestro. Mientras él estudiaba pintura, aprendía a leer y escribir, pero la mayoría de la gente era analfabeta. Desde muy pronto apuntaba excelentes trazos de artista, imagínate, con 21 años pintó un cuadro que luego fue muy famoso y que se titula El aguador de Sevilla. Desde luego se sabe que con esta edad ya estaba casado con una hija de su maestro Pacheco, Juana, de la que no se conoce a penas nada.
 Velázquez fue el pintor de la corte cuando reinaba Felipe IV. Gracias al rey consiguió diversos títulos nobiliarios que desataron envidias y venganzas a su muerte.
 Algunos de estos rasgos de su personalidad podemos adivinarlos por su pintura.
Tuvo diferentes etapas en varios países, España e Italia los más importantes.
En las siguientes entradas vamos a comentar sus cuadros más importantes.

                                                                             

lunes, 30 de mayo de 2011

El Cristo de Zurbarán.

Cristo en la Cruz es un cuadro de Francisco de Zurbarán realizado en 1627. En 1626 y ante un notario, firmó un nuevo contrato de que tenía que pintar 21 cuadros en ocho meses. Fue entonces, en 1627, cuando pintó el "Cristo en la Cruz", obra que fue tan admirada por sus contemporáneos que el Consejo Municipal de Sevilla le propuso que se instalara en dicha ciudad en 1629.
En este cuadro la impresión de relieve es sorprendente: Cristo está clavado en una burda cruz de madera. El lienzo blanco, luminoso (clarocuro), que le ciñe la cintura, de estilo barroco, contrasta dramáticamente con los músculos flexibles y bien formados de su cuerpo. Su cara se inclina sobre el hombro derecho. El sufrimiento, insoportable, da paso a su último deseo: la Resurrección.
                                                                
Francisco de Zurbarán 010.jpg

Felipe IV en la Plaza de Oriente.

 
Es un monumento a Felipe IV. en la Plaza de Oriente de Madrid de la época barroca. 
En los jardines de la Plaza de Oriente de Madrid, entre el palacio real y el teatro real, se halla la estatua ecuestre del rey Felipe IV de Augsburgo, realizada en 1640 por el escultor florentino Pietro Tacca. Están el monarca y el caballo en un elevado pedestal rodeado de esculturas, relieves y estanques. Un monumento de los más admirados de Madrid, por belleza y elegancia, que inauguró Isabel II en 1843, y que cuenta con lo que otros no tienen.

Jardines de Sabatini.

Los Jardines de Sabatini se encuentran situados frente a la fachada norte del Palacio Real de Madrid, entre la calle de Bailén y la cuesta de San Vicente. Ocupan una extensión de 2,54 hectáreas.
Estos jardines fueron construidos en los años 30 del siglo XX tras la proclamación de la Segunda República, en el lugar que ocupaban las caballerizas construidas por el arquitecto italiano Francesco Sabatini junto al Palacio Real.
El Gobierno de la República ordenó que se dieran diferentes bienes al Patrimonio Real, entre ellos éste, cediéndolo al Ayuntamiento de Madrid para poder levantar un parque público. El proyecto fue adjudicado al arquitecto zaragozano Fernando García Mercadal tras resultar ganador en el concurso que se convocó. En 1972 se reformaron los jardines, construyéndose las escaleras monumentales.


                                                                        

Palacio Real de Madrid.

 Es el mayor palacio de Europa Occidental en cuanto a extensión. Alberga un valioso patrimonio histórico-artístico. También se le puede llamar «Palacio de Oriente». Este nombre se origina por la plaza a la que recae una de las balconadas del palacio, la plaza de Oriente, en la que también se encuentra el Teatro Real. Fue levantado sobre las ruinas del Real Alcázar, destruido por un incendio en 1734, por decisión del rey Felipe V de Borbón. El interior del palacio destaca por su riqueza artística, tanto en lo que se refiere al uso de toda clase de materiales nobles en su construcción como a la decoración de sus salones con obras de arte de todo tipo, como las pinturas de artistas destacados en esa época.
La fachada principal de Palacio fue construida sobre una base almohadillada, sobre la que se eleva una serie de grandes pilares. También se adornaban estatuas de santos y reyes.  En la fachada meridional fueron dispuestas estatuas como la de Felipe V, y la de Fernando VI. También se encuentra decorado con mitología griega. Cuenta de 2 plazas principales: Plaza de la Armería, Plaza de Oriente; y los Jardines del Campo del Moro y Jardines de Sabatini. También diversos salones con arte representado de muchas formas.
                                                      Archivo:Royal Palace of Madrid 02.jpg

Plaza Mayor de Salamanca.

Una de las plazas más bellas y apreciadas por todos es la Plaza Mayor de la ciudad de Salamanca, se construyó en homenaje y agradecimiento por el rey Felipe V por la enorme fidelidad en la Guerra de Sucesión a su hermoso pueblo.
Está compuesta por enormes galerías, arcadas majestuosas, con un estilo barroco muy apreciable, las espaldañas del reloj se encuentra custodiano por inmensas estatuas de la Agricultura, Industria, de la Música y de la Poesía.
Una rica y bella historia que marcó a la ciudad de Salamanca como una ciudades más bella y esplendorosa.
Se ha convertido en el centro de la vida social de la ciudad de Salamanca.
La plaza mayor de Salamanca es un cuadrilátero irregular y ninguna de sus fachadas mide lo mismo. En total la plaza tiene 88 arcos de medio punto con medallones en los que se representan personajes importantes.
                                                  

viernes, 27 de mayo de 2011

La Plaza Mayor de Madrid.

La Plaza Mayor de Madrid está situada en el centro de la ciudad, a pocos metros de la plaza de la Puerta del Sol y de la Plaza de la Villa, y junto a la calle Mayor.
Los orígenes de la plaza son en siglo XV, cuando en este sitio, conocido como «Plaza del Arrabal», el mercado principal de la villa, construyéndose en esta época una primera lonja, para regular el comercio en la plaza.
En 1580, tras haber trasladado la corte a Madrid en 1561, Felipe II encargó el proyecto de remodelación de la plaza a Juan de Herrera, comenzándose el derribo de la antigua plaza ese mismo año. La construcción del primer edificio de la nueva plaza, comenzaría en 1590 a cargo de Diego Sillero. En 1617, Felipe III, encargó la finalización de las obras a Juan Gómez de Mora, quién terminará la plaza en 1619.
La Plaza Mayor ha sufrido tres grandes incendios en su historia, el primero de ellos en 1631, encargándose Juan Gómez de Mora de las obras de reconstrucción. El segundo de los incendios fue en 1670 y el encargado de la reconstrucción fue Tomás Román. El último, que arrasó un tercio de la plaza, tuvo lugar en 1790. Se encargó la reconstrucción a Juan de Villanueva. Las obras de reconstrucción se prolongarían hasta 1854, continuándolas, tras la muerte de Villanueva, sus discípulos Antonio López Aguado y Custodio Moreno.
En 1848, se colocó la estatua ecuestre de Felipe III en el centro de la plaza, obra de Juan de Bolonia y Pietro Tacca en 1616.
Se trata de una plaza porticada de planta rectangular, de 129 metros de largo por 94 metros de ancho, que está completamente cerrada por edificios de viviendas de tres plantas, con 237 balcones en total que dan a la plaza. Dispone de nueve puertas de acceso. En los soportales, sostenidos por pilares de granito, se alojan numerosos comercios de hostelería, por ser un importante punto turístico de Madrid, así como tiendas de coleccionismo.

                              

Estatua de Felipe III.
La estatua ecuestre de Felipe III que se encuentra en el centro de la Plaza Mayor fue comenzada por el escultor italiano Juan de Bolonia y terminada por su discípulo Pietro Tacca en 1616. Fue regalada al Rey español por el entonces Gran Duque de Florencia, estando inicialmente situada en la Casa de Campo.
En 1848 la Reina Isabel II ordena su traslado desde su emplazamiento anterior a la Plaza Mayor.

La incredulidad de Santo Tomás.

Es una obra de Caravaggio de estilo barroco como todas las que hemos visto anteriormente.
El lienzo con la Incredulidad de Santo Tomás fue pintado para la familia Giuliani. La obra nos muestra el momento en que Cristo Resucitado se ha aparecido a sus discípulos, pero Tomás aún no cree en su identidad, por lo que Cristo mete uno de sus dedos en la llaga del costado. Este hecho, es la mayor prueba física del reconocimiento de Cristo, la demostración de su regreso desde el reino de los muertos. Caravaggio ha hecha la obra de tal manera que mezcla completamente en el punto de la llaga con el dedo metido, de tal modo que la atención de los personajes del lienzo se ve atraída por esta prueba. El habitual naturalismo de Caravaggio se vuelve aquí casi de sentido científico: la luz fría cae irregularmente sobre las figuras, iluminando el cuerpo de Cristo con un tono amarillento, que le hace aparecer como un cadáver.

                                         The Incredulity of Saint Thomas by Caravaggio.jpg

La conversión de San Pablo.

La conversión de San Pablo es un cuadro del pintor manierista Caravaggio. De nuevo, usa el mismo lenguaje que en La crucifixión de San Pedro para dar a conocer el mensaje bíblico. Esta no fue aceptada, pero otra versión pictórica del mismo tema bíblico, sí lo fue. La primera mostraba al santo empequeñecido ante el caballo, provocando un intercambio de palabras entre un soldado y Caravaggio.
El joven aún llamado Saulo era un soldado perseguidor de los cristianos. Un mediodía, de camino a otra ciudad, fue derribado del caballo por una poderosa luz, Saulo quedó ciego varios días y milagrosamente recuperó la vista con los cuidados de la comunidad cristiana. Se convirtió al cristianismo y adoptó el nombre de Pablo.
Conversión de San Pablo
Caravaggio usa la técnica del claroscuro y el esforzo.
                                                                

La cena de Emaus.

Archivo:Supper at Emmaus by Caravaggio.jpg

Los discípulos de Emaús o Cena de Emaús es un cuadro del pintor italiano Caravaggio. Está realizado al óleo sobre lienzo. Se conserva en la National Gallery de Londres (Reino Unido). Al igual que ocurrió con otras obras de Caravaggio, causó gran polémica debido a la forma de tratar un tema religioso, lo que obligó al autor a pintar una nueva versión. Se representa a los dos discípulos de Jesucristo: Cleofás a la izquierda y Santiago a la derecha, en el momento de reconocer al Cristo resucitado, que se había presentado como el invitado a la cena. El cuadro representa el momento en el que bendice el pan, acto que forma parte de la Eucaristía. Cristo está representado con los rasgos del Buen Pastor.
El estilo con el que se narra esta escena evangélica es realista. Los discípulos tienen cara de trabajadores y la figura de Cristo es regordeta y ligeramente femenina. La Iglesia se opuso fuertemente a esta forma de tratar los temas religiosos .
La pintura es atípica porque las figuras son de tamaño natural y el fondo oscuro y vacío, debido a que utilizó la técnica del claroscuro. El realismo y simbolismo se representa en los alimentos básicamente.

La fontana de Trevi.

La Fontana de Trevi es la mayor y más ambiciosa de las fuentes barrocas de Roma.
La fuente está situada en el cruce de tres calles, marcando el punto final del Aqua Virgo, uno de los antiguos acueductos que suministraban agua a Roma. En el 19 a.C., supuestamente con la ayuda de una virgen, los técnicos romanos localizaron una fuente de agua pura a sólo 22 km de la ciudad (escena representada en la actual fuente). Esta Aqua Virgo corría por el acueducto más corto de Roma y fue usada durante más de cuatrocientos años. Los romanos medievales quedaron reducidos a sacar agua de pozos contaminados y del río Tíber, que también se usaba como cloaca.
La costumbre romana de construir una fuente al final de los acueductos que traían agua a la ciudad fue resucitada en el siglo XV, con el Renacimiento. En 1453, el papa Nicolás V terminó de reparar el acueducto Aqua Virgo y construyó una simple pila, diseñada por el arquitecto humanista León Batista Alberti, para anunciar la llegada del agua. En 1629 el papa Urbano VIII, encontrando la fuente anterior insuficientemente dramática, pidió a Bernini que esbozase posibles renovaciones, pero el proyecto fue abandonado cuando el papa murió.
En esta fuente cuando va el turismo es frecuente arrojar una moneda a la fuente y se dice que volverás algún día a Roma.                                          


La fuente de los cuatro ríos.

Archivo:Vierstroemebrunnen Piazza Navona Rom.jpgLa escultura de la Fuente de los Cuatro Ríos, se encuentra en la Plaza Navonna en Roma (Italia) y fue ideada y tallada por el escultor y pintor Gian Lorenzo Bernini en 1651,cuando el papa era Inocencio X, en plena época barroca, durante el mejor período de este artista.
La fuente tiene una base formada de una gran piscina elíptica, y en su centro de una gran bloque de mármol, sobre el que hay un obelisco egipcio de época romana.
Las estatuas que componen la fuente, tienen unas dimensiones mayores que en la realidad y son representaciones de los cuatro ríos principales de La Tierra: Nilo, Ganges, Danubio y el Río de la Plata. En la fuente cada uno de estos ríos está representado por un gigante de mármol. Se representan cuatro hombres, pero ninguno está mirando a los edificios de alrededor, un gesto que hace Bernini por venganza a que no le hayan encargado a él la construcción de los demás elementos de la plaza.
También representa aimales y plantas de especies muy potentes. El espectador, girando en torno a la fuente, descubre nuevas formas que antes estaban escondidas o cubiertas por la masa rocosa. Con esta obra Bernini quiere representar el realismo de la naturaleza.

                                                                                  

El éxtasis de Santa Teresa.

La obra es del escultor y pintor Bernini. De arte barroco. Fue realizada entre 1647 y 1651, por encargo del cardenal Cornaro, para ser colocada donde iría su tumba, en la Iglesia de Santa María de la Victoria, en Roma, donde actualmente se encuentra, en la Capilla Cornaro.
Se completó en 1652 y costó como unos 12.000 dólares. Bernini expresa el intenso dolor físico en la expresión facial que se unía a un estado de alegría divina. La postura del cuerpo y la expresión facial de santa Teresa ha hecho que algunos atribuyan su experiencia a un momento climático.
Las figuras están realizadas en mármol blanco principalmente, y los rayos del sol de bronce. Tiene una altura de 3,5 metros. La fuerte expresividad de la obra, el desorden de las figuras y en especial el pliegue del manto de la santa, demuestran que es de estilo barroco. Bernini además pintó la capilla donde fue colocado la escultura, para darle mayor realismo.


                                                                       

jueves, 26 de mayo de 2011

Apolo y Dafne ( Bernini ).

Apolo y Dafne es una escultura realizada por el italiano Gian Lorenzo Bernini entre los años 1622 y 1625. Pertenece al estilo barroco. Se trata de una estatua a tamaño real de mármol, expuesta en la Galerí Borghese en Roma.
La contraposición de los elementos y el uso del claroscuro reflejan la fuente de la escultura helenística que usa Bernini. Se representa la figura de Apolo tal y como se creía que era. Le muestra persiguiendo desesperadamente a su amor.
Esta escultura se encuentra llena de dinamismo y difuminación. El grito de horror de Dafne y el rostro perplejo de Apolo nos muestran un contraste de actitudes y aspectos que reflejan el interés por la representación de las esculturas.
Mito: Cuenta el mito que Apolo quiso competir con Cupido en el arte de lanzar flechas. Cupido, molesto por las ideas de Apolo quiso vengarse de él y le arrojó una flecha de oro, que causaba un amor inmediato. También lanzó a la ninfa Dafne una flecha de plomo, que causaba el rechazo amoroso. Así que cuando Apolo vio un día a Dafne se enamoró de ella y la persiguió. Pero Dafne, que sufría el efecto contrario, huyó de él. Y la ninfa corrió hasta que agotada pidió ayuda a su padre, el río Peneo, el cual convertió a Dafne en laurel. Cuando Apolo alcanzó a Dafne, ésta iniciaba la transformación al laurel Apolo se abrazó al árbol y se echó a llorar. Por este mito es que las cabezas de la gente se coronan con laurel en señal de victoria. 

                                                                 

El rapto de Proserpina.

Representa la tensión y la violencia.
Es muy importante la capacidad de Bernini para convertir el frío mármol en pura carnosidad. Las manos de Plutón se hunden en la carne de Proserpina, creando efectos de gran sensualidad y erotismo. Esta escultura representa un asunto procedente de la mitología. Representa a Proserpina siendo raptada por Plutón, dios de los infiernos.
A partir de este mito trata el tema de la violencia siguiendo los modelos de la escultura helenística. El poderoso cuerpo del dios, el de un varón maduro, se encamina hacia delante y el juvenil y femenino cuerpo de Prosérpina no pisa el suelo pero tiende hacia atrás sus brazos, pidiendo ayuda con uno y rechazando la cabeza del dios con el otro.

El mito es un vehículo excelente para la lección moral; oponiendo la brutalidad de Plutón a la belleza de Proserpina, se confronta el vicio con la virtud. Se expresan los diferentes comportamientos psicológicos de los personajes, representando los estados del alma, que resultan ser uno de los elementos más característicos de la escultura barroca.  

El David de Bernini.

 


El David es una estatua realizada por Bernini entre 1623 y 1624 Tiene tamaño real y está hecha con mármol. Representa al rey David, uno de los personajes del Antiguo Testamento, en la escena en que derrota al gigante Goliat lanzando una piedra con una honda. Aunque tenga un tema cristiano, esta estatua, sirve para rescatar el tema clásico de los jóvenes atletas griegos. Sobre la placidez clásica y renacentista, Bernini introduce emoción y dinamismo. El cuerpo de la figura se muestra en el instante en que se dispone a tirar la piedra, los dos pies apoyados, el cuerpo medio girado. La figura está en tensión, el movimiento y la potencia están implícitos. La cara muestra concentración, con el ceño fruncido y mordiéndose el labio inferior. Este David no es el guerrero perfecto, sino uno muy humano esforzándose para lograr sus ideales.